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Parte de los culpables (solo los que tenían la conciencia tranquila) | |
Durante los días Once y Doce (Sábado y Domingo) del mes de Abril se realizaron las Encabe 2004, Jornadas de ocio y tiempo libre de Cabezón de la Sal (Santander). Pero mi odisea empieza antes y termina después.
El Viernes día Díez salí de mi casa junto a dos amigos (Miembros de Fuerza Rebelde, ya que íbamos como expositores) y nos dirigimos hacia la estación para coger el tren y "disfrutar" de un viaje de unas tres horas y media. El viaje fue relajado y tranquilo hasta que llegamos a nuestro destino, desgraciadamente estábamos hablando de los Inmortales y no nos dimos cuenta, así que tuvimos que seguir hasta Santander. Allí (tras comer y tomar un cafetillo, que falta nos hacía) quedamos con Oscar en su tienda (Nexus 4) y tras una breve organización, nos montamos en el coche de su sobrino Jose (a quien referiremos como Trancos desde ahora) y partimos hacia Cabezón de la Sal.
Media hora más tarde ya habíamos llegado y comenzaba la parte de montaje, cargar mesas, organizar, mover, poner el material... aunque de esto se encargaron el genial Luke (Hector Velasco) y el sin par Txopo (David González) puesto que yo me fui con Trancos e Irene y Gorka de Gorka FX para ver el albergue donde dormiríamos (entre otras cosas que no voy a nombrar). Tras esto volvimos al pabellón y pude ver como mis chicos ya habían colocado todo el material, y como el stand de al lado (Oídos Sordos) estaba casi terminado. Al poco vino Oscar a decirme que tenía que irse a tratar unas cosillas con el alcalde y me dejó las llaves del pabellón (amigo mío y todavía se fía mí, increíble); Allí nos quedamos Fuerza Rebelde y Gorka FX, hasta que llegaron Iñaki, Julio y Javi de Crime Syndicate Chronicles Magazine y comenzó a forjarse realmente las Encabe 2004.
Oscar regresó y entonces nos fuimos hacia el albergue (Los de Valladolid montados en el Trancos Móvil), allí hubo gente que se duchó, otros se cambiaron de ropa y salimos de juerga por el pueblo hasta cerca de las cinco de la mañana y luego había que dormir un poco; solo un poco porque la cosa en el albergue era totalmente absurda, empezando con Javi y su saco de la discordia, siguiendo con mi litera vibratoria y terminando con las extrañas cacofonías que se escuchaban, acompañadas de una demostración casera de cómo hacer una tormenta con las luces del albergue por parte de Gorka.
A la mañana siguiente empezaban las jornadas y había que estar allí antes de las Once para terminar de montar, y como auténticos Héroes los de Valladolid los primeros que nos atrevimos con la ducha (¿recordáis el capítulo en el que Homer se ducha y Bart juega con los grifos? Pues por ahí van los tiros). Nos montamos en los coches y nos movimos hacia el pabellón, ese día los de la máquina de café se forraron, porque hacía bastante frío y algo calentito venía bien.
No todos los Stands estaban montados, los colegas de Crime Syndicate terminaron el suyo, se puso otro de música y uno de aerografía y tatuajes que llevaban Chus y Alex. Las partidas de rol, cartas, taller de pintura de miniaturas, taller de dibujo impartido por Enrique Vicente Vegas (en un tiempo pondré la entrevista) dieron comienzo y los visitantes comenzaron a llegar. La mañana fue bastante tranquila y hacia las dos se cerró para ir a comer, aunque teníamos que volver a las cuatro y media para abrir, pero era tiempo suficiente incluso para una sobremesa.
Durante la tarde se realizaron demostraciones de maquillajes y caracterizaciones a cargo de Irene y Gorka de Gorka FX y de tatuaje del stand de aerotatoo de Chus y Alex. El pabellón se cerró a las nueve de la noche y tocaba volver al albergue; llegamos y fuimos a cenar a un bar-tienda (en el que por cierto había cosas caducadas de hace más de un año, menos mal que miramos las fechas) donde algunos se quedaron y otros simplemente compramos comida para cenar en el comedor del albergue (Iñaki, Txopo, Luke y yo entre ellos). Al entrar en las habitaciones pudimos ver a tres fans del Señor de los anillos ,o Hijos de Mordor como les llamó alguien, disfrazados (si, eran más de las diez, estábamos en el albergue y seguían disfrazados) les pedimos que nos prestaran la Espada y el Hacha (y no es coña) para hacernos unas fotillos en plan Blade con la gabardina de Trancos, aunque luego hicimos estilo Matrix y ya se nos fue la pinza cuando Luke y yo nos pusimos como los Inmortales (el con faldas y todo, fue una grandeza pero una locura).
Al terminar de hacer las fotillos nos fuimos al comedor a cenar, donde estaban Miguel, Fran y Hector (Borox), además de otros a los que no conocíamos: los tres primero estaban jugando al juego del Capitán Alatriste, aunque cuando veo las fotos parece que están planeando un atraco. Cuando estábamos marchándonos llegaron los de Tolkien (y por lo que me comentaron después, se pusieron a fumar en pipa cual hobbit; que pena no tener foto). Regresamos a las habitaciones y tras estar allí un rato nos fuimos a dormir; aunque a mí me despertaron cuando volvían (en concreto Javi, que dormía en la litera de arriba y casi me pisa la cabeza), lo peor fue que al poco entró Trancos y encendió la luz dejándonos ciegos a todos. La noche fue bastante tranquila, aunque de cuando en cuando Alberto se ahogaba (parecía Vader), se escuchaban ronquidos de Osos y había una foto por la habitación (o eso parecía por los ruidos).
Por la mañana el mismo caos que el día anterior, risas, sueño, duchas y moverse hacia el Pabellón para iniciar el trabajo. No hubo mucho diferencia con el día anterior (aunque hizo mejor tiempo) la gente fue llegando, se iniciaron las partidas y los talleres. Yo aproveché que el taller de Enrique no había empezado para hacer la entrevista que teníamos pendiente y para que me hiciera otro original en mi block (que en estas jornadas se ha visto tocado por la magia de Edu Ramos, Sara Calzada, Ana Villasana, Javier Arregui y Chus Verger, además de Enrique).
Esta vez no se cerró para comer, así que algunos (Como Oscar) se quedaron a vigilar mientras el resto nos marchamos hacia el bar del día anterior para descubrir nuevas comidas (como esas hamburguesas crudas que gritaban cuando te las comías). Aparte de los del día anterior, fue más gente como David, Enrique, Putu, Jesús o Dani... y como os podéis imaginar la cosa fue más animada (todavía).
Regresamos a nuestro amado pabellón, Jesús y yo nos pusimos en manos de Irene y Gorka para que nos hicieran alguna cosilla en la cara; a Jesús se la hicieron, en mi caso parecía que me habían metido una paliza entre cinco personas, aunque gracias a esto salieron unas cuantas fotos geniales.
Las jornadas llegaban a su fin, a las siete de la tarde el Crime Syndicate se marchaba, así que reunimos a los que pudimos y engañamos a Edu para que nos tirara unas fotillos (unas cinco o asó con cinco cámaras distintas, la verdad, que el sí estaba de foto) y tras esto nos despedimos de ellos.
Mientras unos cuantos recogíamos, se entregaron premios a los niños y se preparaba el concierto de cierre. El grupo comenzó a tocar, pero todavía nos faltaba un espectáculo... el piercing de Luke, fue increíble, como las bestias al olor de la sangre; empezó Alex a hacérselo y allí fuimos a verlo los amiguetes y un desconocido, todos cámara en mano (no tenemos arreglo); después de esto, los tres Vallisoletanos ayudamos a Chus y Alex a sacar las cosas hasta el coche y nos despedimos de todos. Volvimos al fantástico Trancos móvil y fuimos hasta el albergue seguidos por la furgoneta de Gorka e Irene (o de los hombres de Harrelson) y allí nos despedimos de ellos.
Aunque parecía que estaríamos muy solos, la noche fue bastante divertida (tenemos la teoría de que Trancos hechó algo a la coca cola, Trancos Cola mejor dicho), cenamos de maravilla (esto es muy relativo) e incluso pudimos dormir. A la mañana siguiente nos levantamos, nos duchamos, recogimos nuestras cosas, cerré el albergue y caminamos bajo la lluvia hasta el FEVE para ir a Torrelavega, donde todavía nos quedarían dos horas bajo la lluvia hasta llegar a la estación de Renfe, allí comimos algo y a las cinco y veinte de la tarde nos montamos en el tren para Valladolid (donde Luke y Txopo durmieron un poco).
Cuatro días geniales, en los que me lo pasé como un crío y me dejaron destrozado (de Lunes a Martes dormí 12 horas, además de una siestecilla), pero mañana mismo montaba otra vez en el tren para volver a las Encabe 2004.
Trancos, Gorka, Irene, Javi, Julio, Iñaki, Miguel, Hector, Sara, Edu, Enrique, Alberto, Chopy, David, Sheila, Dani, Jesús, Alex, Chus, Diego (que vino a verme), Putu, Luke, Txopo... (toda la gente que me olvido y a la que pido disculpas por ello) y por supuesto Oscar y Ana de Nexus 4, gracias por un fin de semana inolvidable, por las 400 fotos que saqué, por esas dos horas bajo la lluvia (que han cambiado mi forma de ver el mundo).
Gente, esto hay que repetirlo ¿cuándo y dónde?
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